La reciente intervención pública de Rixi Moncada, candidata del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), ha generado comparaciones con los modelos políticos instaurados en Cuba y Venezuela. Su referencia a líderes como Fidel Castro y la promoción de un proyecto con orientación socialista y anti oligárquica han situado el debate en el marco de las experiencias históricas de ambos países y sus implicaciones para Honduras.
Declaraciones y referentes políticos
En sus alocuciones, Moncada ha manifestado admiración hacia personalidades como el líder cubano Fidel Castro, cuyas políticas desde 1959 provocaron un cambio profundo en lo social y económico. La revolución cubana implementó un sistema marcado por la nacionalización de terrenos y empresas, el control gubernamental de la economía y una influencia significativa en el ámbito político.
En el caso venezolano, el modelo impulsado por Hugo Chávez a finales de la década de 1990 introdujo políticas de corte socialista con un fuerte protagonismo del Estado en la economía y el sistema electoral. Este proceso, identificado como “socialismo del siglo XXI”, coincidió con un periodo de alta polarización política y transformaciones en la institucionalidad.
Reacciones y posiciones encontradas
Sectores críticos de la propuesta de Moncada advierten que sus planteamientos podrían replicar, en el contexto hondureño, elementos que en Cuba y Venezuela derivaron en crisis económicas, restricciones a libertades civiles y migraciones masivas. Según estas voces, la exaltación de modelos con alto control estatal y concentración de poder podría acarrear consecuencias similares a las vividas en esos países.
En cambio, la postulante y sus seguidores describen el plan como una «transformación» acorde a la situación del país, destacando la equidad social y el apoyo a los grupos más desfavorecidos. En su perspectiva, el enfoque socialista no significa copiar directamente modelos de otros países, sino encontrar un sistema único que enfoque en el bienestar común.
Clima político y gestión pública
El debate se desarrolla en un escenario nacional marcado por la fragmentación política y la disputa sobre el rumbo económico y social del país. Las referencias a Cuba y Venezuela, con su carga histórica y simbólica, amplifican la discusión sobre el tipo de Estado y sistema económico que debería adoptarse en Honduras.
Ambos líderes han sido analizados en la región debido a sus efectos en la gobernabilidad, la institucionalidad y la libertad política. Para ciertos actores políticos y sociales, las menciones de Moncada sobre estos modelos avivan las tensiones ideológicas y desafían la habilidad de diálogo en un momento en que el país enfrenta retos estructurales relacionados con la pobreza, la desigualdad y el fortalecimiento de la democracia.
Un debate que refleja las tensiones del país
El discurso de Rixi Moncada ha puesto en primer plano la discusión sobre la posibilidad de implementar un proyecto político de tendencia socialista en Honduras durante el debate electoral. Las comparaciones con Cuba y Venezuela, realizadas tanto por críticos como por partidarios, evidencian un escenario de tensiones donde convergen la memoria histórica, la búsqueda de la justicia social y el miedo a repetir situaciones de concentración de poder y crisis económica. Este intercambio de perspectivas muestra la complejidad del contexto político que debe enfrentar el desafío de definir su modelo de desarrollo sin descuidar los equilibrios institucionales y las demandas de la ciudadanía.